martes, 6 de febrero de 2007

Y eso es lo que quiero, besos.
Que todas las mañanas me despierten de esos,
que sea por la tarde y siga habiendo besos.
Y luego por la noche hoy me den más besos pa cenar.







A quién corresponda: ya hablé con mi padre por el tema de Barcelona.
Me voy mañana a las tres de la tarde. Hasta la vuelta.
O no.

2 comentarios:

Marco Pollock dijo...

Hay que tener cuidado con el consumo excesivo de besos, no por peligro de sobredosis sino porque, si bien son un recursos renovable tampoco es cosa de exagerar.

Anónimo dijo...

No sos la única.

Te amo