que suene el timbre. que baje y seas vos. que te mire por el vidrio y vea que tenés un paquete. un regalo para mí. que adentro del paquete haya un símbolo. un resumen. una representación material de lo que soy para vos. que abra la puerta y me abraces. me abraces mucho. que me des un par de besos en las mejillas, otro par en la frente. que me sigas abrazando por un rato largo. que me digas "tomá, esto te lo traje para vos". que me seques las lágrimas de los cachetes con la mano y te sonrías. que rompa el papel y sea un te quiero con forma de carta. o de peluche. o de anillo. o de aritos. o de hoja de árbol. o con forma de cualquier cosa. pero que sea un te quiero. uno de esos que ayudan a pensar que todo lo que se vivió vale la pena. uno que me ayude a terminar de despedirme de vos. que me sigas abrazando un rato más y me des otro par de besos. que me digas "feliz cumpleaños. te quise, y te quiero mucho. de verdad". que me des un abrazo bien bien bien fuerte, un beso más y te vayas.
eso, es el regalo que más me gustaría recibir el jueves. eso, justamente, es el único regalo que puedo dar por sentado no recibiré.
no me gustan los cumpleaños. en su mayoría, me hacen esperar cosas que sé que no van a llegar nunca.
viernes, 13 de julio de 2007
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