es que hay un lugar que justo queda pasando el mar.

hace un par de horas, un año atrás, me estaba bajando de un avión.

para muchas cosas, justamente, esas de las que nunca hubiese querido irme, esas que desde que puse un pie en el avión, me daban ganas de volverme; todavía no encontré mi pasaje de vuelta.

para otras, justamente, esas cosas por las que me fui, esas cosas que hacen que ahora me muera de ganas de estar allá, volví tan rápido que casi ni me di cuenta.


un año ya de un viaje que quisiera que nunca hubiese empezado.
un año ya de un viaje que quisiera que nunca hubiese terminado.
un año ya de un viaje que me dio más te extraños, un dolor grande grande en el pecho, un abrazo de papá, un viaje en barco y ganas de contarle cosas a gente que no tiene ganas de saberlas.


y se olvidan.