catarsis, que le dicen.

y no voy a ir más a un puto médico ni a la repelotuda de la psicóloga, y se van a meter todos sus comentarios bien en el orto. y no van a saber si comí o no comí ni si fui al médico o no fui ni si peso 40 kilos o 30 o en realidad es una forma de suicidio premeditado. y si decido ir a un puto especialista o hacer determinada dieta o seguir con la repelotuda de la psicóloga va a ser tema mío y sólo se va a enterar aquel que yo quiera que se entere y guay del que me pregunte. y al próximo que le escuche decir que no me pude terminar un maldito plato de sopa o que no le gusto flaca o que no me quedan bien las minifaldas le voy a vomitar en la cara a ver si empieza a darse un poquito cuenta de que no me gusta ni un poco estar así y a la primera que le trae problemas y la primera que se ve horrible en el espejo y la que no puede dormir pensando que no se pudo terminar el reputo plato de sopa soy yo, y lo único que hacen con sus benditos comentarios es darme menos ganas de comer y más ganas de desaparecer, porque me hace sentir que soy una reverenda estúpida que entre la mar de cosas que no sabe hacer, que hace mal, que intenta hacer pero no le sale y lalalala, que parecen ser todas y cada una de las actividades que tiene mi día, soy tan pelotuda pero tan pelotuda que ni comer puedo. y todo el resto que dice preocuparse por mí y hace más de un mes que no me llama para preguntarme como estoy, también se puede ir bien a la mierda y se puede meter sus ocupaciones en el reverendo orto, porque a mi no me vengan con eso de estaba ocupada porque si querés a alguien y sabés que está mal, la ocupación te la metes en la oreja.

malditos chilenos, vuelvan.
me voy a ir con violeta en bicicleta a conce y se van a ir todos a cagar.

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah.