cúbrete el rostro
y llora.
vomita.
¡sí!
vomita,
largos trozos de vidrio,
amargos alfileres,
turbios gritos de espanto,
vocablos carcomidos;
sobre este purulento desborde de inocencia,
ante esta nauseabunda iniquidad sin cauce,
y esta castrada y fétida sumisión cultivada
en flatulentos caldos de terror y de ayuno.
cúbrete el rostro
y llora...
pero no te contengas.
vomita.
¡sí!
vomita,
ante esta paranoica estupidez macabra,
sobre este delirante cretinismo estentóreo
y esta senil orgía de egoísmo prostático:
lacios coágulos de asco,
macerada impotencia,
rancios jugos de hastío,
trozos de amarga espera...
horas entrecortadas por relinchos de angustia.
lunes, 5 de mayo de 2008
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1 comentario:
ojo con el consumo de lechuga,
en nombre de mi tortugo
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