ojalá pase algo que te borre de pronto.
una asquerosa, horrible, impenetrable barrera que pone que hace que cualquier cosa que vaya a decirle suene hostil, hiriente y en un lugar de víctima.
me encantaría poder controlarlo. me encantaría.
con él, con ella y con el otro él (con los otros ellos).
pero no puedo.
y con un granito de arena de cada uno, sumado a las vacaciones de débora, pasé de pesar casi cincuenta kilos y despertarme todos los días con una sonrisa a que haga tres días que no como, que vomite hasta el agua que tomo, que haya tirado la comida por el inodoro y que tenga unas ganas indescriptibles de volver al río, junto con la hermosa sensación de sentirse el ser más pequeño, idiota e insignificante sobre la faz de la tierra.
dale nena.
don´t leave me high, don´t leave me dry.
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