domingo, 17 de mayo de 2009

aún lejana, en lo íntimo llorando

Esta tarde me iría
lejos, hacia la orilla
del río.
Me sentaría
frente a la maravilla
transparente del agua sin un escalofrío
sobre la barranca
verde, de cara a la paz
perlada de este cielo
de vaguedad entre blanca
y una casi voluptuosidad
primaveral, que es un anhelo.

Sobre la barranca me sentaría
y como en una melodía
mi alma disuelta se hundiría
en el silencio del paisaje
solitario. De qué viaje
profundo a través
del infinito ella regresara después
que estaría aún lejana
y triste de belleza en lo íntimo llorando
cuando
viniese a mí el sueño suave como una hermana?



Juan L.

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