Volví
Había pasado siete años de su vida con Teresa y ahora comprobaba que aquellos años eran más hermosos en el recuerdo que cuando los había vivido.
El viaje, hermoso
pero que lindo poder andar en medias por la casa
que lindo no tener que decir todo el día "no, no, no quiero nada, si quiero no te preocupes que me agarro"
que lindo no tener que hacer esfuerzos para entender, ni que te entiendan (aunque esto último no sea tan así... las palabras todavía me salen en cuatro idiomas)
que lindo dormir lejos de todos, y poder leer hasta muy muy tarde, y poder levantarse a la hora que quieras
que lindo tener música de vuelta
que lindo es mostrar las fotos, y contar los lugares, y acordarse
definitivamente, la parte más linda de mi viaje
acordarme
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