¿cómo? ésta hubiese sido una buena manera.
fui como una lluvia de cenizas
y fatigas en las horas resignadas de tu vida.
gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada sobre todas tus heridas.
fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve,
rosa marchitada por la nube que no llueve.
fuimos la esperanza
que no llega,
que no alcanza,
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
fuimos el viajero
que no implora,
que no reza,
que no llora,
que se echó a morir.
vete,
¿no comprendes que te estás matando?,
¿no comprendes que te estoy llamando?
vete,
no me beses que te estoy llorando... y quisiera no llorarte más.
¿no ves que es mejor que mi dolor quede tirado con tu amor,
librado de mi amor final?
vete,
¿no comprendes que te estoy salvando?,
¿no comprendes que te estoy amando?
no me sigas,
ni me llames,
ni me beses,
ni me llores...
ni me quieras más.
a veces el mejor camino es el más difícil.
ahí está la diferencia
entre alguien que vale la pena
y alguien que no.
demostrate que valés el mundo, no la pena.
duele crecer y valer y vivir.
pero si no crecés, no valés, si no vivís...
¿para que viniste hasta acá?
además, siempre van a estar mis abrazos
(y los de muchos otros) esperándote.
y esas son las cosas lindas que uno tiene que guardar.
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