¿payasa yo? sí, y a muchisísima honra.
Cuando yo era chica y me quedaba distraída, mirando un jardín en el aire, una nube dentro del cuarto, una estrella en la pared, con el libro sobre la mesa, y el cuaderno de deberes abierto y con la hoja en blanco, me decían:
- ¿Tenés pajaritos en la cabeza?
Y... sí.
Tenía pajaritos en la cabeza. Como vos. Como casi todos.
Los que tenemos pajaritos en la cabeza (los míos siguen allí) sabemos que en algún lugar del mundo hay un árbol que da caramelos, tenemos un angelito custodio que nos pone piedritas azules en los párpados para hacernos dormir, y un tren mágico que lleva amigos a la estación del corazón, un pan que crece cada vez que damos una rebanada, un jazminero en el que nace el verano, un almanaque con domingos de sol, una lata de pintura para dibujar sonrisas, queremos que la paz sea el aire del mundo, y el amor una manta calentita para todos, y el trabajo una bendición de Dios que debemos agradecer y cumplir con lo mejor de nosotros.
Y estamos enamorados veinticuatro horas por día.
- ¿Tenés pajaritos en la cabeza?
- Sí, tengo, y los alimento con el alpiste de luz de mi alma.
Por eso cantan tanto, tanto, tanto.
1 comentario:
rubia, tengo noticias. me voy a misiones. sí, hoy no es nuestro día. me voy que debés estar llegando y no te voy a dejar solita esperando en la parada, pero no te lo voy a decir ahora, con lo que hay nos sobra.
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