Hubo un tiempo en que las hadas poblaban los cielos y las serpientes los prados. Ese equilibrio duró hasta que las serpientes desarrollaron alas y alzaron vuelo. Entonces, las hadas huyeron a refugiarse en la tierra y de este modo fueron perdiendo la capacidad de volar.
Ese pequeño conflicto se vió resuelto cuando apareció el hombre y acabó con hadas y serpientes aladas.
1 comentario:
esta otra historia también me encantó, y que buena imagen.
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